Estaba en la cama como un fósil
Esperando un milagro un misil
Apurando entre aquellas sábanas mi vida útil
Me sentía en tierra hostil
Tu tierra hostil.
Pensando en alguna alegría en ser feliz
Pero en ese momento era más cómodo dolerme
Hacer del cuerpo cicatriz era más cómodo sufrir
Por sufrir
Tengo una soledad apocalíptica encriptada
soledad
la puta vestida de princesa de cuento de hadas
luz y sombra del hombre
dibujando en el aire
laberintos penumbras de humo
Dos de cada tres caladas llevan tu nombre
Del cigarro que consumo impaciente
Y una mirada perdida en cada esquina del cuarto
Quinto cigarro de un domingo cualquiera
Este otoño cualquiera que más da
Otra hoja caída
Otro cantar
La imaginaria línea del horizonte derretida en mi pupila y el acero ígneo
en la mirada de una niña inocente que cuanta que un día el pasado la quiso violar.
La imaginaria línea del horizonte derretida en mi pupila y el acero ígneo
en la mirada de una niña inocente que cuanta que un día el pasado la quiso violar.
Otra calada y tus ojos grises.
Y en las calles arcoíris caídos
sobre miradas tristes
Desfiles de gente que ríe que
siente que vive que miente que mata
Que transporta gatos
Que usan sombrero corbata
Que tienen el alma de corcho
Y de cuero los zapatos.
Que piensan que tiene que tienen
que tienen que tienen el tiempo y no tienen nada.
Felices a ratos.
Y yo aquí, esperando en la cama
como un fósil. Un milagro un misil. Desesperadamente.
Un amor con abre fácil, un
consumir preferentemente antes de morir.
Sexto cigarro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario