Toco tu boca,con un dedo todo el borde de tu boca,voy dibujándola como si saliera de mi mano,como si por primera vez tu boca se entreabriera,y me basta con cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar..
Julio Cortázar

domingo, 30 de enero de 2011

LAestación

El frío viciado no pudo atravesar el cuerpo
que paseaba perdido evitando al resto de personas que esperaban el tren.
Pasos torpes aún condicionados
por la pócima que su garganta besó la noche anterior.
Como si su camino,
no perteneciera al del resto de seres
y unas paredes diáfanas fueran de la mano de su recorrido.
Y ella,
dentro,
gravitando,
sin dejar que sus pies sintieran el suelo,
contemplando esas caras,
pero sin dejar que la vieran.
Venenoso invierno que no cesa.
Bancos vacíos,
cigarros,
soledad en sus gestos
y nostalgia en las pupilas del anochecer.
Hay quien espera,
quien despide,
hay una lágrima que abraza un adiós,
un contacto que desata el encuentro,
un aislamiento fantasmal en cada estación,
que astuto pasa por tu lado,
deja su aliento en tu cuello y se esfuma entre la multitud.
Y el tren,
aparece como un dios de hierro
abriendo las cortinas de la noche,
contaminando el espacio con esa luz de tanatorio,
blanca casi azul
abofeteando la cara de esa pobre gente
que toma asiento en su centro.
Y ella bajo esa misma luz retorcida
ve como la ventana
le enseña el lugar
donde un poeta dejó
sus palabras,
quizás también en una noche como aquella,
en ese mismo lugar..

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