En cada parpadeo cristalizaba el alma.
Una mujer rechazada es una mujer que no duerme.
Y cuando cae la noche el latido tenso y la respiración aleatoria
hacen la manta que tapa una noche cualquiera,de un febrero cualquiera.
Palpitaba su vientre y cada músculo pedia auxilio agarrotado sobre tu cama.
Aquella mano empezó a bailar en su espalda,conciliadora,amistosa,serena de un lado a otro se disculpaba
dibujabando el contorno de su silueta hasta reposar en su cadera.
Escalofrío,veneno y antídoto a su vez es la caricia no esperada.
Nos olvidamos de Cortázar,de Neruda,de Skármeta,nos olvidamos con sus versos aún tatuados en el pecho
para bebernos.
Y te acercas por mi espalda y te siento como el calor de la hoguera,
y noto tu bulto bajo el pantalón de pijama,y me rozas,y yo confusa tras tu rechazo previo no rechisto.
Nos movemos como gelatina en el cuenco,ondeando hacia un lado y otro,retorciendo el cuerpo que ya no es cuerpo,bajas,desabrochas,lames,gimo,aprieto,y tu conmigo,nos poseemos en ese instante en el que el tiempo
baila alrededor del lecho sin pasado ni futuro,sólo momento,momento de tierra,aire,agua y fuego,en tus ojos,en los míos,en el gesto de placer de tu boca que suspira por momentos,en mi esencia que lo hace todo más fácil,en tus manos de miel,en el contacto,el beso,y el lastre que me cubre después del día de infierno y decepción.
Ahora las pulsaciones son manantial del que mi sangre bebe.
Y como una niña que acaba de ser traviesa cubro el cuerpo con tu manta,
y con ella mi condición,mi pecado,mi vida.
-¿Puedes dormir..?
-Ahora ya si,ahora ya si...
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