He cruzado la fiebre y vi tu rostro labrado en la morfina.
He olvidado tu amor con este amanecer tan azul y tan triste.
Nosotros extendidos en los países sin tiempo.
Aquel hombre que se postro de rodillas
cuando tu abrías ciegos los ojos en la perdida.
En el lugar donde sólo nosotros habitamos.
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