V
Al final siempre queda un recodo, un pequeño trozo de papel plata bramando
luz desde la noche prometida, un ápice de claridad en la selva oscura. Fermenta
la madrugada entre la maleza, sonríe calmada, como si acaso supiera de antemano que el porvenir del día
de mañana, se estuviera instalando ya en nuestros cansados cuerpos, en el ir y
venir del reloj que nos recuerda que hemos resistido, una batalla más, asignada
por el más puro y astuto azar. Se instala la noche, se queda. Y sentimos el
peso de lo incierto, la bocanada de incoherencia de un mañana irreal. Varadas
en alguna orilla ficticia duermen las sirenas, encorvados bajo la penumbra de
un coche los grillos se callan de frío, a través de tu ventana, divagan
indecisos a lo lejos, las siluetas transparentes de los corazones que aún
siguen mecanografiando su final, tecla a tecla, exhalando dudas, reposados
sobre alguna acera manchada. El silencioso ronroneo de las máquinas nos
espera a las puertas del día con un
canibalismo justificado y sentenciado
a priori. Sube, baja, acelera, para, estira contrae, aleja, vete, muerde, huye,
permanece, calla, no grites, destruye, construye, finge, olvida, sufre, vive,
alégrate, aléjate, piensa, permanece. Hemos elegido el mal camino. Ya en aquel
vientre un signo marcaba nuestra frente, manchaba nuestras manos de promesas
abisales. Hoy has dormido hasta dejar de distinguir la realidad del sueño,
trasnochando los minutos en busca de una palabra que nos salve, en busca de un
dolor amortizable o una alegría lo suficientemente digna y justificada como
para ser perdurable. Hallaremos el placer en el misterio de la búsqueda, pues,
jamás la encontraremos, a pesar de ejercitar un pesado hilvanar de noches que
pasan como carretones por la esbelta silueta de nuestra existencia, cruel,
radiante, sin bragas.¿Hacia dónde van todos estos minutos transcurridos?
Te preguntas si acaso permanecen en esta habitación, dormidos bajo la almohada templada, quejumbrosos y tímidos esperando un nuevo presente. Deberán estar en alguna parte. El tiempo, la incertidumbre, el hastío, la locura, la náusea, el deseo, la desesperación, la espera, la ilusión, el miedo, la frustración, la muerte, la vida, el ocaso, la luz. La luna llenándose como un globo, una y otra, y otra, y otra vez.
Todo eso.
En alguna parte.
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