Toco tu boca,con un dedo todo el borde de tu boca,voy dibujándola como si saliera de mi mano,como si por primera vez tu boca se entreabriera,y me basta con cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar..
Julio Cortázar

miércoles, 10 de agosto de 2011

Cómo

Cómo encontrarte en la nube de plomo, como entonces, cuando dejábamos caer y caer las gotas , beber de las gotas, llorar en las gotas, ser las gotas, morir y olvidar en las gotas. Cómo, si ni si quiera puedo saber dónde dejé las palabras, allí, en el lugar en el que la felicidad parecía saludar en la mañana,dándole el recado al sol, aquello que parece ser más casa que mi propio hogar, aquel sitio que no es más que un pedazo de arena y un cielo pringado de estrellas. Un camino no es un camino hasta que no se toma, un beso jamás será un beso si ... Cierro los ojos, parpadeo con la boca en otra boca, acerco la mano, alejo la mente, suspiro por dentro para recordarte, para evocar un amanecer de silencio y paz. Paz en mí, paz en ti. Fue real. Lo fue al menos en nuestra vida. Tendré otras. Tuve otras. Vidas heladas flotando en alguna parte del universo, petrificadas en el infarto de ser en otro tiempo, otra dimensión.Vuelvo al túnel que me vio nacer, vuelvo al túnel que me crió y me amantó de un veneno veterano, demasiado peso en los hombros, un túnel demasiado profundo quizás. La bajada fue rápida, pero apenas la recuerdo. Ahora intento observar y agarrar, no fallar, agarrar fuerte y estrechar los nudillos, bloquear los gemelos, mantener la posición sin descuidar la intuición. Sigo, escalo,caen piedras abajo, las oigo chocar contra el suelo. Son mis recuerdos. Vértices de espacio y minutos, banales, bellamente terroríficos, dulcemente castigados por el seso, ruidosos y nostálgicos, mágicos recuerdos..ahora puras piedras que se precipitan al inicio,  directos a los ojos de mi túnel para dejarlo ciego. Piedras que caen y descomponen el muro de mi derrota, piedras que caen desconsoladamente al final de mi abismo. Mira que presente. Míralo, pulcro, papel blanco para llenar de color, papel blanco para manchar de gris. Quien sabe. Demasiado peso, demasiado ligero, demasido alto, demasiado bajo, demasiado oscuro, me deslumbran sus ojos. Hay luz, no sé dónde pero está. No sé cómo pero lo haré. Paseo, paseo sin dejar huellas por corazones que abren sus puertas, limpio los pies en la alfombrilla y me voy por la puerta de atrás. Adiós, adiós corazón. Plástico de corazón, rejillas sucias, corazas, alcantarillados, suburbios de la emoción intensa, camisas de fuerza y locos dentro, muchos locos, adiós corazón. Mantén el silencio para respetar la quietud, para no lastimar la quietud. Respiro letra  por letra intoxicándome. Cada palabra  un clavo, un clavo que sale, un clavo que atraviesa.

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