El cuerpo es una máquina averiada,el contoneo del tiempo son los ojos que miran el péndulo,a un lado y a otro,oscilando en el espacio,riéndose de tu triste cara de abismo y decepción,por creer que habías encontrado algo que realmente,jamás existió.
Ese dulce licor que bebiste,o que mejor dicho,creiste beber,no era ni si quiera una aproximación de la verdadera,cruda y aplastante realidad.Se ha ido,si,ayer estaba y hoy te deja solo,todo se ha convertido en una ensoñación que a durado aproximadamente una semana "y pico",un acertijo que creíste descifrar,un enredo de sensaciones difusas que parecían tener la suficiente consistencia como para ser verdaderas,pero la única autenticidad que rescatas en este mismo momento es tu cuerpo frente al espejo,hoy sucio e irreconocible,cambiado,distante de ti.
Pero has tomado aire y reúnes fuerzas para enfrentarte a la soledad y la reflexión,recapacitar y apreciar en carne viva que la palabra "justo" no tiene sitio en tu estantería.Y entonces empiezas a reírte a carcajada limpia desgarrándote la garganta y llorando de estupidez.Te das palmaditas en la mente mientras piensas:¿Cómo coño me he dejado engañar por la ficción?He visto suficientes películas como para crear situaciones irreales,ser una idealista empedernida,una ilusa frecuente,pero...No se quién pudo meterme en la cabeza que existía la felicidad.
Hay que joderse.
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