Mi cabeza está en lo cierto.
No salen las
cuentas
la tinta del
bolígrafo no miente
“te estás
haciendo realmente pequeña”
dice un eco
imaginario
y siento
como las luces de neón se han apagado de súbito.
Me viste
curándome la herida
sobre el blanco
sucio
y yo me veo
ahora
cambiar la
piel
como una
serpiente
(lepidosaurio
se dice para que sepas)
Mantengo
este culebreo patético
y como ellas
sin extremidades me arrastro.
Pasan las
semanas y me arrastro.
Pasan;
Pasan;
Como
cañonazos
Como caricias
Como arpones
famélicos
En busca de
la carne fresca en la que brota
la sangre
derramada de este tiempo efímero.
Sigue siendo
domingo.
Parece que siempre ha sido domingo.
Parece que siempre ha sido domingo.
Algo lleva
muriéndose y viviendo toda la semana.
Alguna
guerra.
Me
preguntaba si esta vez, me tocaría ganarla o perderla.
Has salido a
ver los libros durmientes
Reposados como
fiambres sobre unas bonitas mesas.
Llamémoslas
prácticas.
Estaban
todos pero no viste a uno.
Tristán.Les amours jeunes.
Un libro maldito y perdido,
como si nunca se hubiera escrito.
Qué pensaría el bretón de todo esto.
A quién le importa,
ya está muerto.
Como todos
los demás.
Vuelve el eco.
Una voz lejana, parece la mía pero no soy yo.
Vuelve el eco.
Una voz lejana, parece la mía pero no soy yo.
"¿A caso hoy
no puedes dormir?"
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