el pecado se camufla
tras una penumbra
como velo de encaje
tiene labios rojos de sangre
disimulando su hechizo enfermo
la sombra de aquel velo
el pecado es mujer y hombre
es la piel pálida
y la rigidez de un gesto quieto
palidez rendida al tenebrismo
de una bata de seda
y un reptil grotesco al hombro
el pecado disimula su rostro
pero enseña sus fauces
su mirada es viril
y su cuerpo de diosa
su pelo es tizón
carbón de extensión inalcanzable
fundido
el pecado siempre te mira
desde su oscura sutileza
sin miedo a llamarte
cuando a él le apetezca
es veneno
puro
cianuro
inagotable
pecado
suculento
cínico
perversión eficaz
y evitable
puedes tomar
su cintura cubierta
invitarlo al baile
pero mira qué cara inocente
tiene el pecado!
de dama respetable
demasiada sombra a sus espaldas arde
aun no es todo tiniebla!
se advierte luz en su desaire!
hay un ocre pintando un resquicio
degradado a un fulgor
de un cuadro que puede hablarte
quizás tenga el pecado
algo de agradable
ni lo dudo
lo afirmo
ese amarillo es íntimo
como el placer de equivocarse
pintura dame palabras
como sólo tu sabes
y tú palabra
regálame el pecado
sin religión
sin padre ni madre
sólo pecado
sin confesión posible
sólo letras
remaches
para unirlas sin tiempo
en tardes de silencio
y caladas al aire
hay una profundidad
que borra el espacio del pecado
de su pelo
se borra
míralo
sus brazos sin manos
su cuerpo sin piernas
su torso desnudo de viento
su ombligo juicioso
que jamás debe juzgarte
pues el pecado es un medio
para algún fin inalcanzable
tómalo
bebe de su piel de vinagre
no temas
sólo duda
si te permites
jugar al juego
subir al cielo
besar el cielo
bailar el baile
si no hay más pecado
que haber muerto
sin pecado posible
peca pues
amigo
antes de que sea tarde
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